Dios dijo:

—Que las aguas se llenen de una multitud de seres vivientes y que vuelen pájaros sobre la tierra, por el firmamento del cielo.

Dios creó los grandes monstruos marinos, las diversas clases de seres vivientes que llenan las aguas deslizándose en ellas y todas las especies de animales con alas. Y Dios vio que esto era bueno. Entonces los bendijo, diciendo:

—Sed fecundos y multiplicaos; llenad las aguas de los mares y que las aves se multipliquen sobre la tierra.

Así hubo una tarde y una mañana: este fue el quinto día.

Dios dijo:

—Que la tierra produzca toda clase de seres vivientes: ganado, reptiles y animales salvajes de toda especie.

Y así sucedió. Dios hizo las diversas clases de animales del campo, las diversas clases de ganado y todos los reptiles de la tierra, cualquiera que sea su especie. Y Dios vio que esto era bueno.

Gn 1, 20-25