A la hora de representar la creación del mundo, me ha interesado especialmente la descripción geométrica del Universo, que ya había encontrado en algunas de las obras medievales que me han servido de referencia. Esto queda reflejado en la parte superior de la bóveda, en un círculo donde sitúo al Sol y a la Luna, también circulares, claro.
Respecto a la creación del mundo, me he sentido inspirado por la vistosidad y profusión de elementos vegetales y animales de la naturaleza. En la parte opuesta de la misma bóveda, el hombre y la mujer aparecen junto a diversos elementos extraídos de los relatos del Génesis, pero sobre todo ante el árbol del conocimiento.
Dios creador no aparece representado de una forma explícita. Interpreto la idea de Dios como una realidad superior que sobrepasa la realidad humana, y por ese motivo me he alejado de su representación antropomórfica.
