El paraíso y el árbol de la vida

El Señor Dios plantó un jardín en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado. Y el Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles, que eran atrayentes para la vista y apetitosos para comer; hizo brotar el árbol del conocimiento del bien y del mal.

De Edén nace un río que riega el jardín, y desde allí se divide en cuatro brazos. El primero se llama Pisón: es el que recorre toda la región de Javilá, donde hay oro. El oro de esa región es excelente, y en ella hay también bedelio y lapislázuli. El segundo río se llama Guijón: es el que recorre toda la tierra de Cus. El tercero se llama Tigris: es el que pasa al este de Asur. El cuarto es el Éufrates.

Gn 2, 8-14