Abrahán y Sara a la entrada de la tienda

El Señor se apareció a Abrahán en el encinar de Mambré, mientras Abrahán estaba sentado a la entrada de su tienda de campaña, como a mediodía. Abrahán alzó la mirada y vio a tres hombres que estaban de pie frente a él. Al verlos, se levantó rápidamente a recibirlos, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente y dijo:

—Mi señor, por favor te suplico que no te vayas en seguida. Si te parece bien, haré traer un poco de agua para que os lavéis los pies, y luego descansad un rato bajo la sombra del árbol. Ya que habéis pasado por donde vive este servidor vuestro, os traeré algo de comer para que repongáis vuestras fuerzas antes de seguir vuestro camino.

—Bueno, está bien —contestaron ellos. […] Al terminar de comer, los visitantes preguntaron a Abrahán:

—¿Dónde está tu esposa Sara?

—Allí, en la tienda de campaña —respondió.

Entonces uno de ellos dijo:

—El año próximo volveré a visitarte, y para entonces tu esposa Sara tendrá un hijo.

Mientras tanto, Sara estaba escuchando toda la conversación a espaldas de Abrahán, a la entrada de la tienda.

Gn 18, 1-5.9-10