Page 126 - Saberes y Raíces - Español 1
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b)  Conversen acerca de las narraciones escuchadas, guíense con las preguntas: ¿todos coinciden con las versiones re-
                       latadas? ¿Piensan que los hechos sucedieron de otro modo?, ¿cómo? ¿Qué otras cosas recuerdan? ¿Por qué piensan
                       que sus compañeros dieron mayor relevancia a ciertos detalles?
                    c)  Compartan sus conclusiones con el resto del grupo y discutan cómo se relacionan los hechos narrados con la me-
                       moria colectiva de su grupo.


               4.   Lee los fragmentos y escribe debajo de cada uno a qué tipo de memoria corresponden: individual o colectiva.



                     “El fin de semana festejamos el cumpleaños de mi prima menor. Es-  “Nuestro pueblo ha pasado por mucho. Primero, la llegada de los
                     tuvo muy divertido, pues, al inicio, jugamos varios juegos de mesa;   ganaderos acabó con las siembras; después, la sequía acabó con
                     después, mi tía dibujó un avión en el piso y jugamos varias ron-  las lagunas… Lo bueno es que siempre hemos sido muy unidos, así
                     das: ¡qué difícil es saltar cuando hay varias tejas! Más tarde, par-  que en cuanto a don Blas se le ocurrió captar el agua de la lluvia y
                     timos una piñata y hubo una rifa de libretas, marcadores y otras   del sereno, todos nos pusimos a hacer lo mismo. Hoy, como hace
                     cosas para pintar, así que todas nos pusimos muy creativas. Al fi-  25 años, nuestro pueblo está verde y hermoso, tiene árboles fruta-
                     nal se partió el pastel. No pensé que la pasaría tan bien en un fes-  les por aquí y por allá y muchas flores. Los viejos han vuelto a salir
                     tejo de 7 años”.                                     a los parques para compartir sus historias y los niños han dejado las
                                                                          pantallas y han vuelto a correr por la comunidad”.









                      “Aquí tenemos una tradición muy grande. Cada año, para el 29 de
                                                                          “Hace poco, me reencontré con una compañera de la primaria que,
                      septiembre, viene gente de todas partes a celebrar a San Migueli-
                                                                          según yo, era mi amor platónico. Estuvimos juntos de primero a ter-
                      to, el patrón de nuestro barrio. Durante la fiesta, desde el jardín del
                                                                          cer año y, luego, ella se fue a otra escuela. No sé por qué, pero las
                      centro hasta el barrio de San Miguel, por las calles Allende y Gue-
                                                                          maestras siempre nos sentaban juntos, a pesar de que yo era un
                      rrero, todo se llena de puestos de feria y juegos. Muchos venden
                                                                          “diablo” (me decían “Juan Diablo”) y ella la niña más lista y bien
                      trastes, cobijas, monos de cartón, dulces tradicionales, cajeta y ju-
                                                                          portada del salón. Cuando la vi, no podía creerlo. Ella no recordaba
                      guetes de madera. Los peregrinos entran por la calzada hasta el
                                                                          que siempre nos sentaran juntos, pero sí tenía muy fresco en la me-
                      templo y ahí se duermen, aunque también muchos vecinos les dan
                                                                          moria que su hermana “nos había casado” en un cumpleaños suyo.
                      posada y les rentan o prestan los baños. Es una fiesta muy bonita”.
                                                                          Yo, de eso, ni me acuerdo, pero me pareció muy bonito, pues a mí

                                                                          me encantaba. Ahora que somos grandes, capaz me animo a pedir-
                                                                          le que sea mi novia”.


                                  Hay sucesos que impactan a tal grado a los habitantes de un            No lo sé,
                                  lugar que resulta imposible no recordar lo ocurrido cuando            pero yo tuve
                                  vuelven a surgir eventos similares. Uno de esos hechos, en la         que mudarme
                                 Ciudad de México, fue el terremoto del 19 de septiembre de 1985.     de hogar cuando
                                  Muchos mexicanos, sobre todo los que eran adolescentes y               ocurrió el
                                 adultos en ese tiempo, recuerdan que fue un momento en el que           terremoto
                                  todos, sin importar recursos, clases sociales, compromisos              de 2017.
                                previos, etcétera, salieron a ayudar y a compartir. Los citadinos,
                                     antes de que las autoridades actuaran, comenzaron a
                                 organizarse para mover escombros y rescatar sobrevivientes.
                                 En este siglo, cuando han ocurrido otros sismos en la ciudad,
                                    muchas personas refieren lo ocurrido en el 85, desde su
                                  experiencia individual y como parte del colectivo que decidió
                                          actuar. ¿Alguien de tu familia vivió ese hecho?




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