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En sus “Odas a las viejas hojas de té”, Du Yu dice que la espuma
           del té es “…brillante como nieve recién caída y tan luciente como
           la hierba germinante de un amanecer de primavera”.

           Si hay una película negra sobre el agua, sácala con una
           cuchara.  De lo contrario, arruinará el sabor del té. Este primer
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           hervor del té es el de mejor sabor, y su aroma perdura mucho
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           tiempo.  Uno puede guardar algo del primer hervor del té para
           más tarde, a fin de apaciguar el agua agitada y revuelta y cultivar
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           la esencia de hervores posteriores. Los tres primeros tazones
           son sin duda los mejores. A menos que uno esté demasiado
           sediento, el resto del té no vale la pena beberlo. En general, 200
           ml de agua rinden cinco tazones. Uno debería beberlos
           consecutivamente mientras están calientes todavía. Los
           elementos más pesados y los posos de té se sumergerán al fondo
           del tazón en tanto que la esencia flotará. Así, el té debe beberse
           caliente, antes de que la esencia se evapore.

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           No es buena idea ingerir demasiado.  La moderación es la virtud
           del té. El licor mismo también debería ser frugal, lo que significa
           que no debe tener un sabor demasiado fuerte. De este modo,
           determinar la cantidad adecuada de té por añadir es esencial. Si
           lo preparas con demasiada agua, el té será demasiado ralo.
           Cuando bebas medio tazón y descubras que no posee mucho
           sabor, ¡imagina lo que habría sido si hubieras usado más agua
           aún con la misma cantidad de té en polvo!














           11 Causada por los posos del té. El polvo no era antes tan fino como el
           matcha moderno.
           12 En esta parte, el maestro Lu no habla de las tres etapas del hervor del
           agua, sino de los hervores del té. El té puede volver a hervir, aunque el
           primero sería obviamente el mejor.
           13 Agregar esto de nuevo al té, a la manera en que se hizo con el agua
           extraída en la preparación inicial.
           14 Este es otro pasaje en el que en la escritura del maestro Lu asoma el té
           como la filosofía medicinal que tanto nos empeñamos en promover. Cuando
           el té se toma como medicina, no se debe beber demasiado.


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