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SUTRA DEL TÉ

Capítulo V. Preparación del té
Por Lu Yu (fragmento adaptado)

Publicado en Global Tea. Tea and Tao Magazine Hut.

Número 44 / septiembre de 2015

No ases tartas de té cuando el fuego se haya extinguido casi por completo,
porque una llama moribunda no es estable y las hojas de té no se asan
entonces de manera uniforme. No mantengas las tartas de té muy cerca de
la flama y voltéalas a menudo. Una vez asadas, aparecerán chichones
como los de un sapo. Las tartas deben mantenerse entonces a unos trece
centímetros de la flama para que continúen asándose. Espera hasta que
las hojas rizadas empiecen a aplanarse, luego asa el té por última vez. Si
fue secado por fuego en primer término, las tartas deberán asarse hasta
que suelten vapor. Si las hojas fueron secadas al sol, asa las tartas hasta
que estén suaves.

Las hojas deben triturarse justo después de ser asadas hasta que suelten
vapor o estén suaves. Mientras las hojas trituradas están calientes aún,
deben guardarse en los sobres de papel para té, a fin de sellar el aroma.
Solo después de que se han enfriado deben ser molidas y convertidas en
polvo.

El fuego para el té ha de ser alimentado por carbón, pero sin que la madera
dura sea la segunda mejor opción. Los carbones que han sido utilizados
para asar carne o cocinar alimentos infundirán en el té los aromas de la
cocción. Por lo tanto, usa siempre carbones limpios y puros para asar tartas
de té o hervir agua. Los árboles que secretan resinas aceitosas o las
maderas descompuestas tampoco deben usarse como combustible. Los
antiguos solían comentar que algunos alimentos podían “oler a madera
7
pasada” ¡y yo no podría estar más de acuerdo!

7 Esto remite a un pasaje de las Crónicas de Jin en el que un tal oficial Xun Xu fue
invitado al palacio una vez y celebró una comida con el emperador. Comentó que la
comida sabía a madera pasada. El emperador preguntó al chef y este admitió que
había cocinado el platillo con partes rotas de una vieja carreta.

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