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8. Lee el siguiente debate y realiza lo que se solicita.
Transcripción de debate sobre violencia familiar
Moderador: Damos comienzo a este debate sobre violencia familiar. Gracias a todos los asistentes por estar aquí, y
especialmente a los ponentes que expondrán sus puntos de vista sobre este tema. Para empezar, es necesario comentar que
la violencia familiar o intrafamiliar se entiende como el maltrato que un miembro de la familia le ocasiona a otro de sus
integrantes. Para hablar del tema, hemos invitado a tres especialistas: Esther de los Ríos, doctora en psicología educativa;
Juan Antonio González, licenciado en comunicación e influencer en redes sociales, y Juventino Cruz, licenciado en pedagogía.
Los invito a discutir sobre la primera pregunta: ¿Vale más “una nalgada a tiempo”? Empezamos con la Dra. de los Ríos.
Esther: Muchas gracias por la invitación a este debate. Es muy grato para mí estar aquí, frente a tantos estudiantes de
secundaria. Me gustaría comenzar mi intervención con una anécdota sobre una persona que solía emplear la violencia para
educar a sus hijos. En una ocasión, me contó que en su infancia muchas veces fue violentado por sus padres porque así lo
consideraban “conveniente”: si cometía alguna travesura, si se le ocurría hacer algo que no le habían permitido, si no era
dedicado en la escuela, etcétera. Esta persona insistía en que, gracias a esa forma de educación que recibió, en la actualidad
era una persona de “bien”. No me quedaba claro a qué se refería con “ser alguien de bien”, así que le pregunté y su respuesta
fue: “Pues primero, actuar con bien, no meterse en problemas y ver por mis seres queridos. Pero que nadie se meta conmigo,
porque entonces no respondo”. Fue cuando entendí por qué justificaba la violencia, ya que él también la ejercía sobre los
demás. Entonces pensé: “Aunque se considera una persona ‘de bien’, tiene entre sus valores la violencia”. Les cuento esta
anécdota para explicarles que la cultura de la violencia surge muchas veces en casa, entre quienes son más cercanos, y luego
este comportamiento se extiende a otros ámbitos, como la escuela y la comunidad.
Moderador: Muchas gracias por su intervención, doctora. Ahora cedemos la palabra al licenciado González, quien comparte
ideas y sugerencias en las redes sociales.
Juan Antonio: Les agradezco mucho la invitación. Me siento afortunado de participar en este debate, porque permite
contrastar opiniones y puntos de vista. Sobre la pregunta que se planteó, yo sí creo que una nalgada a tiempo es importante
para evitar malos comportamientos en el futuro. En mi familia nos llamaban la atención y mis padres de vez en cuando nos
daban una nalgada, y con eso aprendimos a pensar dos veces antes de hacer las cosas. Considero que este tipo de educación
no me afectó, soy una persona tranquila, busco siempre estar bien con los demás. Por ello, a estas medidas, no las llamaría
violencia, sino medidas correctivas. En lo personal, sí les he dado más de una nalgada a mis hijos, cuando lo he considerado
necesario. Y esto me ha servido, porque ahora sólo con una mirada puedo controlarlos.
Moderador: Muchas gracias, licenciado González. Ahora, escuchemos al licenciado Cruz, quien se ha desempeñado como
pedagogo desde hace varios años.
Juventino: Al igual que quienes están en este debate, quiero agradecer la invitación a discutir estos temas que son significativos
para la comunidad escolar. Además, me hace sentir orgulloso que los jóvenes busquen informarse sobre los diferentes tipos de
violencia, ya que muchos la viven diariamente en sus diferentes espacios de convivencia. Bueno, ahora que me tocó escuchar
las otras intervenciones, quiero decir que mi postura es más cercana a la de la doctora de los Ríos, porque coincido en que
la familia es el origen de muchas situaciones que se viven en el mundo. Me parece que no se debe responsabilizar a las
familias, pues después de todo, la educación proviene de un sistema que fue inculcado desde generaciones anteriores, donde
el castigo físico y psicológico eran herramientas de educación al interior de la familia y no eran vistos como violencia. En
aquellas épocas existían pocos estudios sobre el tema, pero afortunadamente, las cosas han cambiado y en la actualidad se
cuenta con investigaciones serias que muestran la dimensión del problema. Por ejemplo, de acuerdo con el Instituto Nacional
de Estadística y Geografía (Inegi), en 2021, la prevalencia de violencia psicológica en el caso de las mujeres de 15 años o más
fue mayor que la física. La primera tuvo una prevalencia de 29.4%, mientras que la segunda tuvo 10.2%.
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